Cuando nos hemos separado, he cogido mi bici y mientras pedaleaba me he dado cuenta de que a lo largo del día, pasamos bastante tiempo, tratando de “seducir”, a las personas con las que interactuámos. Vaaaale, no vayáis a lo fácil: …si el interlocutor está bueno o buena, seguro...
Seducir, cautivar, embobar, enamorar, encandilar, galantear, fascinar, encantar, ilusionar, prendar, conquistar, entusiasmar, persuadir, hechizar, halagar…
Lo hacemos con nuestros clientes, con los proveedores, nuestros profesores, amigos, familia... intentamos "encandilarlos" (que gran palabra), pero no desde el punto de engañarlos, si no de que sientan y perciban como somos y como nos gustaría que fueran las cosas.
Tras hablar con esta amiga, me he dado cuenta de que hablando con ella, también he estado intentando "seducirle" (agradarle, encantarle...), al igual que ella lo hace conmigo, intentando proyectar una imagen agradable de nosotros mismos.
Así que la pregunta que lanzo a los millones de personas que leen este blog, (es decir a mi madre y pocos más) es si vosotros también, consciente o inconscientemente, os pasáis el día tratando de “seducir” a los demás…