martes, 27 de octubre de 2009

¿Seducís vosotros también a los demás?

Hoy me he reunido con una amiga en un bar, saboreando un delicioso vino tinto, Mancuso que hacen unos amigos (la familia Navascués). Las charlas con esta amiga, siempre son distendidas, alegres, interesantes y sobre todo me alimentan de un montón de posibles reflexiones.

Cuando nos hemos separado, he cogido mi bici y mientras pedaleaba me he dado cuenta de que a lo largo del día, pasamos bastante tiempo, tratando de “seducir”, a las personas con las que interactuámos. Vaaaale, no vayáis a lo fácil: …si el interlocutor está bueno o buena, seguro...

Seducir, cautivar, embobar, enamorar, encandilar, galantear, fascinar, encantar, ilusionar, prendar, conquistar, entusiasmar, persuadir, hechizar, halagar…

Lo hacemos con nuestros clientes, con los proveedores, nuestros profesores, amigos, familia... intentamos "encandilarlos" (que gran palabra), pero no desde el punto de engañarlos, si no de que sientan y perciban como somos y como nos gustaría que fueran las cosas.


Tras hablar con esta amiga, me he dado cuenta de que hablando con ella, también he estado intentando "seducirle" (agradarle, encantarle...), al igual que ella lo hace conmigo, intentando proyectar una imagen agradable de nosotros mismos.


Así que la pregunta que lanzo a los millones de personas que leen este blog, (es decir a mi madre y pocos más) es si vosotros también, consciente o inconscientemente, os pasáis el día tratando de “seducir” a los demás…

1 comentario:

Fernando dijo...

Sr Zatozas, pra que veas que te lee alguien más aparte de tu santa madre, te pongo aquí mi comentario.

Yo creo que nos pasamos la vida tratando seducir a los demás. La pirámide de Maslow me parece un ejemplo brillante. Todos tenemos unas necesidades fisiológicas básicas que cubrir, pero también existen unas necesidades sociales y personales de reconocimiento, afiliación y autorrealización que tratamos de satisfacer.

Para ello, cual si fuéramos pavos reales, desplegamos nuestras plumas, ponemos nuestra mejor sonrisa y tratamos de seducir a nuestros interlocutores.

Claro que hay gente a la que se le da mejor, y claro que hay otros a los que les cuesta más, pero yo creo que en mayor o menor medida tendemos a querer agradar. Luego hay casos como el de Lisbeth Salander, que no comento por respeto a Mr. Goñiman, no sea que me censure el comentario.

Gran post.

¡Enhorabuena!

Abrazos