jueves, 19 de noviembre de 2009

Había una vez...

Había una vez... "una vez"
que a fuerza de ser contada
se repitió tantas veces
que se volvió realidad.


Cuentos para Pensar de Jorge Bucay




Realidades hay tantas como personas y puntos de vista para observar esa realidad, así que lo único a lo que nos podemos aferrar para tener un punto de referencia, más o menos real, son los hechos no las opiniones o creencias.


Pasamos por la vida, viviendo nuestra propia realidad, sesgada por nuestros miedos, inseguridades e inquietudes.


El ego es un animal malvado y pérfido que cuanto más lo alimentas, más hambre tiene y puede acabar dominándote, convirtiéndote en una persona prepotente o pobre de espíritu. Pero por lo general, en occidente, el ser humano tiende a regodearse en sus equivocaciones, sus miedos, sus inseguridades... en lugar de mostrarse orgulloso de lo bueno que es. Tiende a "fustigarse" con demasiada frecuencia, sacando esos miedos interiores y arraigados, sin darse cuenta que a base de repetirlos, pueden volverse realidad... "una vez...".


Cuando me encuentro con personas así, intento luchar por enseñarles, aunque quien soy yo para enseñar, mejor, intento ayudarles a ver que la vida es más fácil si disfrutas cada día con lo bueno que te pasa en lugar de aferrarte a lo "malo" que te sucede. Y pongo "malo" entrecomillas, porque en muchos casos, es sólo un pequeño miedo que proyecta una sombra enooorme como las sombas chinas que nos hacen ver pequeñas anécdotas como grandes sombras que nos acechan.


Si quieres conseguir éxito en una empresa, acción o planteamiento vital, no te repitas tantas veces lo negativo porque acabará volviéndose realidad y será lo que obtengas.





Todo lo que emprendemos en la vida tiene consecuencias positivas y negativas. Si esperas sólo lo bueno, es que tu estupidez supera tu ingenuidad.



Ser algo feliz es sencillo (que no fácil porque requiere esfuerzo), sólo tienes que aprovechar todas las cosas buenas que te aporta la vida y disfrutarlas como si fuera el último día, porque la vida es efímera y como decía el pobre Andrés Montes:


"La vida puede ser maravillosa"  Sólo tienes que aprovecharla, (eso no lo decía el bueno de Andrés :)


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